El pasado Jueves Santo, como os conté en el post anterior, pasé la
tarde en Sevilla viendo cofradías con mi familia. Aprovechando que estábamos
muy cerca de la Plaza de la Alfalfa, estuvimos cenando en un bar- restaurante
que conozco desde hace años y del cual
me hace especial ilusión hablaros.
Se llama La Habanita y es un
sitio pequeño y acogedor con un toque alternativo. Está situado detrás de la
Plaza de Alfalfa y si la noche es de temperatura agradable, la mejor opción es
sentarse fuera al aire libre, disfrutando de un ambiente para cenar muy
tranquilo.
Yo llevo yendo allí desde que aún
estaba en la Universidad, allá por el año 2002 o 2003. En aquel entonces, mis
amigas y yo hartas de los sitios habituales de comida rápida y grasienta a los
que acudía la gran mayoría de la gente de nuestra generación, buscábamos algo
que fuera realmente diferente y
especial. Creo recordar que fue mi amiga Ana la que descubrió este
curioso lugar , y desde entonces yo no he dejado de volver una y otra
vez.
La carta de La Habanita se
compone de una colección de platos con sabor caribeño con la yuca como ingrediente
principal. También tienen comida mediterránea y comida vegetariana: con unas
espectaculares albóndigas de espinacas que ya conocía y que volví a pedir el pasado Jueves:
Tan deliciosas como siempre!
Revuelto de patatas y cebolla,
sencillo y tradicional y riquísimo!
La Habanita sigue siendo uno de
mis sitios favoritos en Sevilla, por muchos años que pasen. Ya sea Semana
Santa, verano o Navidad, ellos se mantienen fieles a su estilo culinario y eso
es algo que yo valoro mucho. Quizás por eso, como os decía al principio, son un
restaurante tan especial.
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