martes, 15 de abril de 2014

Torrijeando


Torrijeando: participio del verbo torrijear, cuya definición es elaborar torrijas como si el mundo se fuera a acabar después de llevar un año entero esperando!
 
 

 
Yo soy una auténtica fan, mega fan de las torrijas, es lo mejor que me ha dado la Semana Santa desde que llegué aquí, y es que en Canarias no son tan típicas. A lo largo de todos estos años de múltiples Semanas Santas las he probado de mil maneras diferentes. Y es que esa es una de las cualidades maravillosas de las torrijas, lo versátiles que son y el potencial de inventiva que pueden llegar a dar a quien las está elaborando. Y al final, el poder darles tu toque personal y único.

Peeeero, con las torrijas me pasa lo que a otra tanta gente con la tortilla de patatas, por ejemplo:  que las que más me gustan son las que hace mamá!

Este año de nuevo, he vuelto a hacer de pinche de cocina con ella, descubriendo lo complicado que puede llegar a ser hacer torrijas con una cámara de fotos en mano y que todo salga bien. Para los que queráis saber como las hacemos nosotras, ahí va la receta:

 
Ingredientes: Pan ( si es especial para torrijas y pequeñito, mejor. Si no, se pueden hacer realmente con cualquier tipo de pan), leche, huevos, miel y aceite de girasol. No os digo cantidades exactas porque todo dependerá de la cantidad de pan que utilicéis.




 

Primero, llenar de aceite la sartén que vayamos a utilizar ( recomendamos que sea grande) y que se vaya calentando a fuego medio. A la vez, en un cazo más pequeño, poner a fuego lento la miel que vayamos a utilizar para que se vuelva más líquida.
 
 

 


Comenzar batiendo los huevos en un recipiente grande y reservar.
 
 

 

En otro recipiente echar la leche e ir introduciendo las rebanadas de pan.


 

Dejadlas unos instantes para que empapen bien

 

A continuación, ir sacando esas rebanadas de la leche y pasarlas por huevo y….
 
 

 

De ahí directamente a la sartén.
 
 

 

No es necesario tenerlas mucho tiempo al fuego, solo el suficiente hasta que tome color. El tipo de pan va a influir en esto.
 
 

 

Sacarlas cuando estén listas y ponerlas en una bandeja o recipiente.
 
 

 

Rociarlas con miel caliente, eso le dará un tono más oscuro y que no le falte miel a ninguna!

 
 
 


Y así una y otra vez con el resto de torrijas pasadas por huevo hasta que acabéis.
 
 

 

 
 
 

 

Cuando la miel y el pan se enfríen, la textura de la torrija cambiará, se endurecerá y será  más consistente. Podreis esperar a que estén frías para poder coméroslas? Buena Semana Santa a todos!

 

 


 

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