Yo no soy una de esas personas a
las que les encanta ensalzar con grandes palabras y elogios las virtudes de los
demás, yo soy más de hechos y de acción que le vamos a hacer. Pero en un día
como hoy, no podía dejar pasar la oportunidad de gritarle al mundo entero que
tengo una madre maravillosa, a la que me une una relación muy especial por todo
lo que hemos superado juntas y con la que espero celebrar todavía muchos días
más como este.
Esta semana mamá y yo decidimos
adelantar un poco nuestra celebración del día de la madre, y estuvimos
almorzando el pasado Lunes en un restaurante al que voy desde hace años y que
para mí siempre ha tenido un encanto especial, el restaurante San Marcos de
Nervión.
Entrar por la puerta es hacer un
viaje en el tiempo: tras una cortina de terciopelo oscuro se esconde un
fantástico salón de techo altísimos pintados con colores suaves pero con todo
lujos de detalles, cuadros, esculturas, velas, espejos. Un pequeño palacete
neoclásico en el corazón de Sevilla que nos hace sentir que solamente nos falta
ponernos un vestido de época encima ( yo solo dejo caer la idea por si alguien
me “oye”…jeje).
San Marcos, haciendo honor a su
nombre, es un restaurante italiano, aunque su carta es muy variada, pudiendo
encontrar una gran diversidad de platos y de postres. Los platos de pasta son
espectaculares por supuesto, y también llama la atención su carta de carnes.
Mamá es una gran fan de los
revueltos, y para homenajearla en su día no podía faltar esta delicia, revuelto
de bacalao y patatas
Y la pasta tampoco podía faltar
en un restaurante como San Marcos.
Tortellini rellenos de queso con
salsa al pesto para mamá
Y unos exquisitos fetuccines
boscaiola para mí
Os deseo a
todos un felíz día de la madre, y si por cualquier circunstancia hoy no es un
día demasiado alegre para alguno de vosotros, disfrutad de esta idea de sitio
especial y ayudadme a hacer presión para que incluyan el vestuario de época
para los comensales!! ;)
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