sábado, 17 de mayo de 2014

Gafapasta


Tengo miopía desde mi adolescencia así que mientras fui una niña e iba al colegio, tuve la suerte de no ser una niña con gafas. Porque en aquel momento, llevar gafas en el colegio era como que te pusieran la etiqueta de “pringadillo” directamente: niños menos populares entre sus compañeros, con pocos amigos, objeto de burlas y bromas y poco dados a las actividades y juegos físicos. Y para que voy a mentir, a nadie le gusta pasar por eso.

En el instituto, cuando empecé con la miopía, había compañeros que se afanaban en ocultar sus problemas oculares tras unas lentillas, en plan aquí no pasa nada. He de reconocer que mi miopía en aquel momento no era tan alta como para llevar las gafas de forma permanente todo el día, así que eso les contestaba yo ante las preguntas insistentes de porqué llevaba gafas en clase en lugar de lentillas….eso, y que me da un repelús enorme eso de introducirme cosas en los ojos!

Creces, te vas a estudiar a otro sitio, te haces mayor… Y estoy segura, segura y segurísima que uno o una de aquellos niños/as que llevaron gafas durante toda su infancia en algún punto del planeta, acabó una carrera de publicidad en alguna parte y lo ficharon para trabajar en alguna firma conocidísima de complementos y ropa y , con esa majestuosidad que define siempre a los planes de las personas serenas e inteligentes, urdió su pequeña venganza: llenar el mundo de gafas.
 

Pero no de gafas cualquiera. No. ¿Habeis entrado en los últimos años en alguna óptica? Diseño, en estado puro. Las gafas hace tiempo que dejaron de ser un artículo para ver mejor :ahora unas gafas son una historia, un personaje o un momento histórico. Todas las gafas bien puestas en la pared la óptica de turno, formando un mosaico con diferentes colores y formas, te lanzan una pregunta: ¿Cuál de nosotras eres tú?








 


Yo me dejé preguntar la última vez que estuve en una óptica, me probé unos cuantos modelos como si de un juego inocente se tratara y la respuesta no pudo sorprenderme más:  había una pequeña “gafapasta” dentro de mí. Me había probado una de esas gafas oscuras de pasta, y de repente todo encajó. Mis amigas intentaron quitarme la idea de la cabeza: que si unas gafas de pasta y encima oscuras me iban a endurecer las facciones, que si iba a parecer más mayor. ..Pero cuando siento que todo encaja de esa manera, no soy capaz de escuchar a  nadie. Y me las traje conmigo: Las gafas de pasta de niña empollona que fui en el pasado y de chica un poco friki y un poco hipster ( solo un poco) que soy ahora.
 

 

Y ahora voy por ahí con ellas, construyendo mi personaje y creyéndome interesante y todo! Pero de eso se trata, de que vivas tu propia historia, no?
 

 

 

 

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