Con respecto a la receta de
risotto que os propongo hoy os tengo que confesar que la idea original no es
mía. Es de un restaurante sevillano al que adoro y al que os llevaré muy
pronto: La Duquesita.
Mi madre apareció en casa la
semana pasada con un ramillete de espárragos trigueros, y rápidamente me acordé
del estupendo plato que me pido siempre cuando voy allí: Risotto de trigueros,
tomate y queso. No había intentado hacerlo por mi cuenta nunca, sería capaz? ¿Quedaría
rico? Dejémonos de inseguridades culinarias y manos a la obra. Comprobémoslo!
Utilicé lo siguiente:
½ kg de arroz
1 litro de caldo de verduras
1 cebolla pequeña o 150gr de
cebolla picada y congelada
3 tomates maduros
10 – 15 espárragos trigueros
250 gr de queso rallado tipo
cheddar, o mezcla de cheddar con mozzarella también sirve.
100 gr de mantequilla
Aceite de oliva
Una pizca de sal
Primero freír la cebolla con un
poco de aceite de oliva hasta que se poche y añadir a continuación los
espárragos ya picaditos. Saltearlos.
Mientras vamos lavando y picando
los tomates, añadirlos a la cebolla y los espárragos.
Dejar que los tomates se frían
bien.
Luego añadir el litro de caldo de
verduras
Y seguidamente el arroz
El truco de un buen risotto está
en que finalmente el arroz haya quedado
impregnado de los aromas de los ingredientes principales, bien empapado
por el caldo que hemos utilizados y bien trabajado con el queso y la
mantequilla. Así que dejemos que el arroz consuma el caldo lentamente, y sin
dejar que se pegue!
Aproximadamente 25 minutos
después, probar el arroz para ver si ya está hecho o le hace falta más caldo de
verduras. Si está a nuestro gusto, añadimos la mantequilla y removemos bien. La
mantequilla hará que la textura del risotto se vuelva más melosa.