Oh la la París! La ciudad de la
luz ( dicen que fueron pioneros en el alumbrado eléctrico de las calles), de
las boinas, de las camisetas de rayas y de los arcordeones sonando por doquier.
La ciudad de la buhardilla donde un joven enamorado escribía una obra basada en
su romance con una bailarina del Moulin Rouge, la de la camarera que se
inmortalizaba en un fotomatón ataviada con capa y máscara, y la del chico
americano que todas las noches viajaba en el tiempo hasta la Belle Époque.
Con estas ideas, que para nada
están influidas por el cine jajajaja, en mi cabeza no es de extrañar que mi
primer viaje a París ( que además fue mi primer viaje) hace ya muchos años,
fuera como si me zamarrearan muy fuerte para despertarme.
Mientras pienso cuando volver
otra vez a buscar ese París que parece ser solamente existe en mi imaginación ,
me consuelo merendando en la pastelería Colette, en la Plaza Nueva de Sevilla.
Con aire vintage y parisino, es pequeñita
y está teñida de blanco y turquesa. Y
tiene al fondo una ventana en blanco y negro
con vistas a la mismísima Torre Eiffel.
Pain aux chocolat? Macarrons?
Lemon Tartine? Todo a la vez?? Por qué no? Estamos en París!
Me encantaaaaaaa! Tengo que ir
ResponderEliminarTe lo recomiendo mucho, a tí te va a encantar!!!
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