Los franceses utilizan la palabra
“rentrée”, que en español significa literalmente “vuelta”, para hablar de ese
momento en el calendario en el que ya se ha acabado el verano, pero aún no ha
comenzado el otoño oficialmente. Para ese momento en el que estamos volviendo.
El mundo de la moda, los blogs y
las revistas han hecho suyo este término, llenando con consejos e indicaciones
de cómo volver de la mejor manera posible
las mismas páginas y páginas que llenaron hace dos meses con los
consejos para para pasar el mejor verano posible. Y sí, a mi me encanta leerlas y tener esa falsa ilusión de que volver a la vida diaria es cuestión de colgarte en el brazo el último modelo de algún bolso... Y como sucede con otras cosas de la vida, no es lo más importante...pero ayuda!
La pausa veraniega ha terminado
para casi muchos: el tráfico está a punto de volver a inundar las calles, los kioscos se llenarán de
fascículos de colecciones imposibles de terminar, y El Corte Inglés ya ha
empezado a recordarnos que ha llegado el momento de que volvamos “al cole”.
Toca retirar el cartel de cerrado por vacaciones. Toca regresar mis valientes!
Tras los buenos propósitos para
las vacaciones veraniegas de los que os hablé hace un par de entradas,
Septiembre se me antoja ( y se me ha antojado siempre) como una especie de falso
“Año Nuevo”, un inicio de algo que nunca llegó a terminar. Un momento de
reencuentros sin que te haya dado tiempo a echar nada demasiado de menos. Un
sin fin de ideas y de proyectos nuevos,
y también de nuevas expectativas para los objetivos viejos que se quedaron por
el camino.
Septiembre es para mí el mes de los
cumpleaños, el momento de hacer listas de deseos y de ir de tienda en tienda a
la caza de ese “algo especial”. Días de
cenas decadentes de ocho platos con mis amigas de siempre y de tartas ardiendo
con velas en forma de interrogante…
Y os diría también que Septiembre
es el mes en el que empieza hacer un poco de frío, en el que las hojas se caen
y el viento las arremolina en las aceras, y en el que paseando por la ciudad
ves gente tomando alguna reconfortante bebida caliente tras los ventanales de
alguna coqueta cafetería… Pero esto es el sur….Y nuestro volviendo es más largo, o casi mejor, es más suave. Es un volviendo
en el que aún puedes tostarte bajo el sol para que el bronceado del verano no
se vaya todavía, en el que te tomas un helado mientras ves los escaparates de
las tiendas llenos de abrigos invernales y en el que se sigue haciendo vida
nocturna casi como si todavía fuera verano.
Así que por aquí estaremos
volviendo un tiempo, dándole a Septiembre un significado más particular. Felíz vuelta!