Después de una calurosa tarde de
compas en el centro de Sevilla haciendo de personal shopper para M, me atribuí
el derecho a elegir el sitio donde cenar aquella noche. Y como no sólo de
hamburguesas vive esta chica en el sur, opté por una opción más sana y más
oriental.
Descubrí este restaurante del que
os voy a hablar hace justo dos años, tras volver de pasar un fín de semana en
Londres. Tres días en la capital británica topándome a cada paso con
restaurantes japoneses, de todo tipo y para todos los bolsillos en los que no
faltaba la divertida cinta transportadora de sushi, me hicieron preguntarme si existiría
algo parecido en Sevilla y yo no habría investigado aún lo suficiente.
Y sí que existía!
Se llama KAKURE, y
significa “oculto” en japonés. Hace referencia a una curiosa historia de una
expedición que partió desde Japón rumbo a Sevilla allá por el siglo XVII, con
el propósito de fomentar los lazos comerciales entre el país oriental y la
Nueva España de entonces. Liderada por el samurái Hasekura Tsunenaga y con el
apoyo del sevillano Fray Luis Sotelo, miembro de la orden de los Jesuítas que
tenía una gran presencia en la zona nipona en aquel momento, la comitiva estuvo
un total de 5 años recorriendo Sevilla, España y las principales ciudades de
Europa. Para entonces, cuando Hasekura
regresó a Japón, comprobó como las ideas y la mentalidad de su pueblo habían
cambiado, siendo perseguidos ahora los conversos al cristianismo…como él tras
su periplo europeo. Se les llamaba los
“Kakure Kirishitan” o Cristianos ocultos, y él se vió obligado a
permanecer escondido para poder
sobrevivir.
La sala de este restaurante está
decorada con una ornamentación clásica japonesa y los colores monocromáticos
dominan todo el ambiente. La cinta transportadora de sushi preside la estancia
a lo largo, pudiéndonos sentar en la misma barra si queremos degustar algunas
de sus delicadas variedades de sushi.
Nuestra cena consistió en un
variado de sushi para compartir: de atún, de salmón…y tan bonitos como
deliciosos!
Reconozco aquí que de lo de los
palillos no es lo mío. Y mirad que lo intento, pero los veo más como instrumentos
musicales que como cubiertos para comer!
A continuación una sopa Miso para
mí, sabrosa y rica.
Y arroz salteado para M, que
probé y corroboro que era una exquisitez!
Nunca habríais dicho que existía
este “hermanamiento” ancestral entre Sevilla y Japón, verdad? Si es que Sevilla
tiene algo especial!
“A esta hora, en Tokio, ya hace tiempo que han abierto los puestecillos
de Yakitori, normalmente regenteados por ancianos y el olor a salsa dulce y a
humareda lo invade todo”. www.kakure.es
Kakure Sushibar C/ Marqués de Paradas, 32, 41001 Sevilla 954 22 57 40
No hay comentarios:
Publicar un comentario