sábado, 14 de febrero de 2015

Amor, Beatles y San Valentín


Abro un ojo y alargo el brazo hasta donde calculo que debe estar mi mesita de noche. Enciendo la pantalla del móvil: Sábado, 14 de Febrero de 2015… Cierro los ojos por un instante y me temo lo peor. Los abro de nuevo, enciendo la pantalla del móvil de nuevo y efectivamente allí están parpadeando avisos de todo tipo de redes sociales varias, y del correo electrónico: Ofertas de última hora de regalos empalagosos de San Valentín, una receta de cocina para hacer mini pizzas con forma de corazón, críticas de algunos y algunas singles a través de Facebook acerca del día de hoy y alabanzas de otros que tienen a una pareja en su vida, una viñeta de la revista New Yorker de una pareja mayor que sale del cine tras ver “50 sombras de Grey”  y que me hace gracia, un anuncio del nuevo perfume de Chloe, Instagram petado de corazones, piruletas, frases y algún que otro/a grinch del día de San Valentín… Demasiado para mí, un sábado por la mañana.
 

¿Cómo ha sido posible? Pero si antes de ayer fue Año nuevo y yo estaba tirada en el sofá con resaca post Nochevieja! Y ayer ( juro que fue ayer!!) estuve abriendo los regalos de los Reyes Magos! ¿Quién me ha robado el mes de Enero?

Me levanto al fín de la cama y me preparo un café, que sino no soy persona. Y pienso que aquí está de nuevo, uno de los días más odiados del año, puede que incluso más que la Navidad entera, que también cuenta con una legión importante de “haters”. Ya sabeis como va esto en pleno siglo XXI: si no tienes “haters” no eres nadie. Así que el 14 de Febrero gana por goleada.

Todo el mundo parece coincidir en que el día de hoy es un invento de las tiendas y grandes almacenes. Algo así como una conspiración para crear una excusa para comprar y regalar poco después  de la Navidad, por aquello de que Febrero no se quedara cojo de fiestas…Sí, seguro que debió ser algo así.

El paso del tiempo y de los meses me hizo darme cuenta de lo relacionadas que están las fiestas del calendario con las personas que tenemos en nuestra vida, o que deberíamos tener: una gran familia feliz para Navidad, un gran amor romántico para un día como el de hoy, un padre orgulloso para el 19 de Marzo, un trabajo genial para el primero de Mayo y una madre abnegada para el domingo siguiente, un grupo de amigos fieles para tu cumpleaños…

¿Tener o no tener? Me dí cuenta en ese momento de que hace muchos años que dejé de tener esa lista completa, y es más, es posible que conforme más mayor me haga yo, más vacía se quede… Cielos! ¿Era eso lo que debía sentir una mañana de Sábado de Febrero? ¿Desesperanza, y la sensación de que el amor se puede concentrar en un día del año y decorarlo con romanticismo, dulces y corazones? Ni marketing, ni invento de las tiendas, ni gaitas!

Necesitaba a los cuatro chicos de Liverpool, ellos tienen la solución siempre. Es como lo que dicen por ahí de los libros de Paulo Coelho, pero en versión musical. Y cuando sonaron las trompetas, el orden ( el mío!) pareció reestablecerse de nuevo. Solamente necesitamos una cosa, a todas horas, de y para todas las personas que nos rodean, en cualquier circunstancia, donde quiera que estemos, todos los días del año. Amor siempre, San Valentín jamás.
 
 

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