sábado, 11 de junio de 2016

Gaia


Esta semana, mientras le comentaba a una compañera del trabajo cual era mi alimentación habitual ahora y qué solía comer hace algunos años en comparación, fui plenamente consciente de cuánto he ído cambiado, tanto a nivel de cuánto se ha regulado y ajustado mi cuerpo internamente como a nivel de algunos kilos indeseables que se han marchado y nunca debieron haber aparecido.

Mis “amienemig@s” ( ¡quien no los tiene!) me repetían  hasta la saciedad que cambiar la comida que solía comer no me ayudaría a regular nada y por consiguiente a estar más tranquila con mi cuerpo, y que no debería ponerme límites en lo que me apeteciera comer, sino comer a voluntad, cualquier tipo de alimento por muy poco sano que fueran… Me "adoran", lo se.

Nos toca vivir en un momento en el que la palabra “apetece” está bastante contaminada. En un momento dado, por probar o por adicción casi extrema, nos puede llegar a apetecer casi cualquier cosa para comer. El anuncio de galletas de chocolate de las 15:30 enciende la mecha,  dejamos que un vacío ficticio se apodere de nuestro estómago y la palabra “apetece” justificaría la conducta en sí misma de atracar la despensa de la cocina.

Así que hace un tiempo que decidí que la razón tenía que imponerse sobre todo esto, y descubrí la importancia que tenía el preguntarse uno mismo a donde se quiere llegar y que se debe hacer para ello. Y hacerlo. Y dejar de hacer cosas que te llevan a direcciones opuestas a donde uno quiere llegar. En la comida, en las relaciones, en el trabajo, y en todas partes.

En un blog como este, donde gran parte del argumento que leéis semana tras semana gira en torno a la comida, este tema del autocontrol y actuar con cierto raciocinio tenía que salir antes o después. Mil veces he pensado en escribir sobre ello, y mil veces he borrado lo que escribía porque al acabar y leerlo veía a una chica enfurecida contra la industria de la alimentación. Y yo no soy esa chica realmente.

Para un Viernes soleado en Sevilla, para uno de esos días en los que se quiere bajar la guardia y disfrutar de una buena comida sana sin preocuparse de aditivos, artificios o mezclas que, al menos a mí, me harían saltar los intestinos por los aires, tenía reservado un sitio muy especial.
 
 

Gaia

Un restaurante vegano y ecólogico en pleno centro de Sevilla, que hace gala de su nombre: equilibrio y autorregulación.
 







 

Con un ambiente tranquilo, Gaia sorprende con una carta extensa de comidas y platos sanos pero imaginativos. Quizás no haya las (extrañas) mezclas de ingredientes que se han puesto de moda por todas partes. Aunque tuve la sensación de que era eso lo que convertía a Gaia en el restaurante especial que es: poder volver a sentarme a comer comida de verdad, comida para alimentarme y no para divertirme. De vez en cuando se necesita hacer esto!

Me llevé a mamá conmigo, que no se lo pensó dos veces en acompañarme y disfrutar también de la filosofía que este foodie-lugar!
 
 
 




 

Para comenzar,  una suave crema de verduras
 
 
 
 

 

O aliño de patatas?
 
 

 

Es posible que un aliño de patatas esté tan rico con dos o tres ingredientes? Es más que posible! Todo depende de lo buenas que sean las patatas, realmente no hace falta añadir muchísimo más.
 
 

 

Garbanzos esparragados con col para continuar.
 
 

 

Los garbanzos me entusiasman ahora mucho más que cuando era una niña. Y estos estaban muy ricos! Nunca los había probado con col, y tal y como preparan este plato en Gaia se convierte en una mezcla muy sabrosa.
 
 

 


Y para mí, coliflor con bechamel de setas!
 



 

 


Soy una gran fan de las coliflores y los brócolis. Y las salsas bechamel hace algunos años que las dejé atrás, o al menos las recetas habituales con harina y leche! Hay mucho mundo más allá.

Fue un plato contundente, porque las coliflores sacian a tope. Y la bechamel era una delicia total , con un toque inconfundible de nuez moscada.

Cuando llegó el momento del postre ví que Gaia tenía yogur en su carta! Y con jalea de frutas además! Tenía que probar eso!
 
 

Maravilloso!
 


 

 

Gaia ha sido un  sabroso descubrimiento, pero no ha sido otro más. Por su equilibrio y claridad se han ganado un sitio muy especial en mi lista de favoritos, así que seguiré explorando su carta a lo largo del verano!
 
 

 

 

 

Gaia
Calle Luis de Vargas, 6, 41001 Sevilla
Teléfono:954 56 18 31

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