miércoles, 28 de febrero de 2018

Mateos





No sé si habrá sido por el color especial.

Por las series “Juego de Tronos” y “La peste”, o por la película “Ocho apellidos vascos”.

O quizás por la buena comida y el sol (ese que no luce precisamente hoy).

Pero por una serie de razones de peso, Sevilla se ha llenado de gente. Llena con mayúsculas.

Es la humilde conclusión de una bloguera que nunca ha tenido ningún problema para comer o cenar en cualquier restaurante a cualquier día y a cualquier hora. Así en plan, vamos a cenar a aquel sitio que me han dicho que es genial, sin reservar, sin planear nada, a lo loco, que a lo loco se vivía mejor. Amigos, eso se terminó.

Acostumbrémonos a compartir, a estar rodeados de gente que quiere disfrutar de lo que para nosotros ya era cotidiano y del día a día, y a la maravillosa sensación de descubrir pequeños lugares y pequeñas mesas justo donde parecía que nada podría aparecer.

Los lugareños, tienden a ir dejando de lado las zonas más turísticas de las ciudades, especialmente los fínes de semana y los días festivos. A veces precisamente por el abarrotamiento de gente en determinadas zonas y porque tristemente, los precios que se encuentran a veces están un poco “inflados”.

Aún así, parte de la gracia de todo esto para mí está en explorar, en conocer, en descubrir que hay donde parece que no podía haber nada que me gustara.





Y así me encontré con Mateos.







En todo el centro del mogollón del turismo sevillano, en pleno Barrio de Santa Cruz, con la Giralda mirando desde la izquierda. Un pequeño pero precioso restaurante donde el color verde lo adorna todo, y donde la carta de tapas de toda la vida te atrapa hasta llevarte a sentarte a una mesa sin remedio.








Fuera se queda el bullicio, las gentes, el no tengo tiempo y el cuánto nos ha costado aparcar.


Y dentro todo es ensaladilla, croquetas y adobo de pescado frito.


Ensaladilla de langostinos




Adornada con una mayonesa muy original de salsa verde, y con rúcula. Nuestra ensaladilla de toda la vida reinventada y con un sabor espectacular.




Croquetas




De pollo del puchero, como debe ser.





Realmente me encanta probar croquetas de todos los sabores que caigan, pero por estas, por las clásicas de toda la vida que tienen toda la pinta de que han sido hechas con amor, siento especial debilidad. Deliciosas!




Adobo de pescado frito





Porque aunque no hace falta estar en la calle Tetuán para zamparse una buena tapa de este clásico entre los clásicos en Sevilla.





Un pequeño lugar, de esos con  filosofía slow food, en medio de todo el ajetreo de gentes que no paran de visitarnos. Y que siga siendo así, que así es más divertido.



Mateos Bar
Dirección: Calle Mateos Gago, 2, 41004 Sevilla
Teléfono: 954 21 88 06

domingo, 11 de febrero de 2018

El taller del señor Cake





Con la cabeza en las nubes, así suelo estar yo. Cuando no tengo los pies en el suelo.

Hay un momento para cada cosa, y ¿cómo os lo explicaría? Para seguir caminando, necesito dejar volar la cabeza un ratito. Un “llevarme la mente a otro sitio”, y haré todo lo posible porque ese sitio sea  un sitio bonito. Yo no lo llamaría ilusión. Yo lo llamaría mi forma personal de cargar las pilas, durante unos minutos un día cualquiera, o durante dos semanas de vacaciones enteras.

Por eso viajo.

Por eso tengo una cuenta de Instagram desde la cual reparto likes todos los días.

Por eso ya apenas veo películas de esas hiperrealistas de cine independiente.

Sin querer queriendo, fui dedicando más de mí misma a todo lo que me da energía todos los días y atrás se fueron quedando “cosas”, algunas tontas y otras no tanto, que ya solo habitan en mi pasado.

Holly confesaba en aquella famosa escena de “Desayuno con diamantes” que la joyería Tiffany’s era para ella ese lugar en el que todo era calma y sosiego. Su lugar bonito. No le quito razón, pero me temo que yo no puedo conformarme con un solo lugar. Me gusta saber que hay una ristra de lugares bonitos ahí fuera, a la espera de que yo los explore y los incluya en mi colección de recuerdos. Y aquí en el blog.




Así que volemos hoy a un pastelería-taller muy especial, donde se preparan las tartas ricas de Sevilla por excelencia.











Tras haber visitado anteriormente las pastelerías SuitCake y Mr. Cake, me faltaba el segundo sitio que habían abierto estos últimos hace muy poco. La pastelería Mr Cake de Puerta Osario, donde además de su decoración bonita a rabiar, tienen un taller de tartas para poder disfrutar de un buen trozo recién hecho.





No es casualidad que de nuevo estemos en un sitio pequeño. Es difícil no sentirse especial cuando se llega a un lugar así y justo descubres que había un par de taburetes libres,  un surtido de tartas que cortan la respiración y una música de fondo que mezcla el jazz, la banda sonora de alguna película famosa oculta tras un cover y una canción de esas que piensas que nadie más conoce y que sólo te pertenecía a ti. Yo siempre digo que sería terrible vivir sin música.











Y sin tarta de pistachos







Y sin tarta de batata y vino dulce



Y sin lugares bonitos.






Mr Cake “El Taller”
Dirección: Calle Doña Berenguela, 1, 41003 Sevilla
Teléfono: 954 15 26 67